Sara consiguió evitar los medicamentos y reducir la glucosa en sangre de forma natural
Ahora ella comparte con otras personas los secretos de cómo lo logró…
La muerte de mi madre me salvó la vida y también puede salvar la tuya.
¿Y cómo consiguió eso la muerte de mi madre?
Esta es la historia de cómo murió mi madre por una enfermedad tres veces más mortal que el covid-19.
Una enfermedad por la que mueren más estadounidenses cada año que por el SIDA y el cáncer de mama juntos.
Una enfermedad que, solo en 2019, causó 1,5 millones de muertes, y se espera que 700 millones de personas la padezcan para 2045.
Una enfermedad que es la principal causa de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y amputación de miembros inferiores.
La enfermedad que destruyó mi vida, y también la salvó.
Siento traer malas noticias, pero estos son datos inequívocos sobre la diabetes, una enfermedad que puede matarnos si no la detenemos en seco.
Me llamo Sara. Y aunque soy diabética, logré reducir con éxito tanto mi nivel de glucosa en sangre como los síntomas de mi diabetes de forma natural, sin ningún tipo de medicamento.
Ahora quiero compartir mi historia con otras personas que también luchan contra la enfermedad y que tratan de reducir sus niveles de glucosa en la sangre, pero que están cansadas de tomar medicamentos caros de por vida.
Les comparto cómo lo hice yo, para que nadie más sufra por la pérdida de un ser querido.
Afortunadamente, encontré esta forma de reducir los síntomas de la diabetes antes de que fuera demasiado tarde.
Si lo hubiera sabido unos años antes, mi madre todavía estaría conmigo.
A ella le diagnosticaron diabetes cuando tenía 50 años.
Aunque no supuso ser una conmoción para ella (porque la diabetes era hereditaria en su familia) la vida le cambió por completo.
Ese día, mi hermana y yo la vimos llegar del hospital; se sentó directamente en la computadora para leer todo lo que podía sobre la diabetes, buscando la manera de controlarla de alguna manera…
Esa noche, ella lloró hasta quedarse dormida.
Todo cambió a partir de ese día.
Siempre estaba cansada.
También estaba harta de los medicamentos que le habían recetado los doctores.
Ni siquiera podía disfrutar de una taza de té sin que su glucosa en sangre se disparara.
Fue devastador. Para ella y para nosotras.
No sabíamos cómo ayudarla.
Yo solo tenía 19 años en ese entonces y mi hermana 16.
Un día, volvimos a casa y descubrimos que los niveles de glucosa de mamá se habían disparado y que la habían llevado al hospital.
Fue desgarrador ver a nuestra madre llena de vida, acostada en aquella cama, inconsciente, con tubos por la nariz.
Con el tiempo, las visitas al hospital se hicieron más frecuentes.
La diabetes la estaba engullendo.
Hasta que un día, se la llevó.
Ella había tenido problemas cardíacos durante las últimas semanas.
Palpitaciones, dificultad para respirar, dolor en cuello y mandíbula, y debilidad en piernas y brazos.
Ignoró estos síntomas porque pensó que solo era la diabetes, ya que también se había sentido cansada por eso.
Lejos estaba de saber que esos eran los primeros síntomas de un ataque al corazón.
Había comenzado a tener esos síntomas en febrero.
El segundo martes de marzo sufrió un infarto, que fue el golpe final.
El médico nos dijo que su diabetes le había debilitado el corazón y que también debíamos hacernos una prueba para ver si era genético.
Estábamos demasiado ocupadas adaptándonos a nuestra vida sin nuestra madre, lo que era ya de por sí difícil.
Pasaron unos años y comencé a tener algunos síntomas extraños.
Visión borrosa, sed excesiva, manos y pies fríos…
Fui al doctor para un chequeo simple y me hicieron algunas pruebas.
Los resultados fueron mi peor pesadilla hecha realidad…
Mis niveles de glucosa en sangre estaban por encima de 200.
Me diagnosticaron diabetes tipo 2.
En lo primero que pensé fue en el día que mi madre llegó a casa y nos dio la noticia.
Su sufrimiento, su dolor, sus visitas al hospital, los malos recuerdos seguían volviendo a mí.
No podía dejar que eso me pasara.
Tenía dos hijos pequeños y solo pensaba en ellos.
¿Qué les sucedería si me enfermara o, peor, si muriera?
Lloraba hasta quedarme dormida, así toda la semana.
Pero sabía que tenía que hacer algo.
No podía ceder en eso.
Ceder significaba darle la bienvenida a la muerte, y no podía permitir que eso sucediera.
No estaba lista para ceder ante la diabetes, así que comencé a buscar formas que me ayudaran a controlarla.
Busqué a los mejores especialistas en diabetes.
Todos decían lo mismo: come sano, camina más, evita los carbohidratos y toma medicamentos.
Eso es todo.
Nadie me había preparado mentalmente para una transición hacia una vida con diabetes.
Nadie me había guiado en cómo hacer cambios en mi dieta actual para mantener controlada la glucosa en sangre en lugar de probar todo tipo de dietas bajas en carbohidratos que simplemente no funcionaban para mí.
Nadie estaba ni remotamente preparado para ayudarme a dejar de tomar los medicamentos y tratar de controlar mi diabetes de forma natural.
Estaba sola.
Pero sabía una cosa, no iba a seguir el camino tradicional de tomar medicamentos, una dieta baja en carbohidratos y seguir como si nada.
Doctors wanteLos médicos querían que aprendiera a vivir con mi diabetes como si no pasara nada, pero no pude hacerlo…
No podía abandonar y rendirme.
Al final, encontré la solución.
Una solución que me ayudó a evitar la medicación y a mantener bajos los niveles de glucosa en sangre de forma natural.
Una solución que me ayudaría a reducir al máximo los síntomas de la diabetes.
Una solución que me permitió comer lo que me gusta y ser la persona que era antes, sin sentirme siempre exhausta.
Una solución que cambió mi vida en tan solo 6 meses.
Encontré una solución que me salvó la vida…
Y se llama Klinio.
Una amiga fue quien me presentó esta aplicación única que salva vidas.
Todo lo que tenía que hacer era responder a un cuestionario sobre mi tipo de diabetes, mis preferencias alimentarias, cualquier alergia alimentaria, problema médico, la cantidad de comidas que hago al día, etc.
Luego, un equipo de nutricionistas profesionales y especialistas en diabetes de primera línea, diseñó para mí una dieta personalizada.
Tenía todas las recetas y comidas con las calorías ya calculadas en base a mis preferencias alimentarias, por lo que nunca sentí que estaba haciendo dieta.
Tenía una serie de ejercicios personalizados, sin necesidad de equipo, que me ayudó a mantenerme en forma y hacer el entrenamiento que necesitaba para controlar mi diabetes.
El registro integral de mi actividad y el seguimiento detallado del progreso me ayudaron a realizar un rastreo de todo, desde los niveles de glucosa en sangre hasta mi peso.
El contenido educativo me ayudó a comprender más sobre mi diabetes y las formas de reducir mis niveles de glucosa en sangre de forma natural.
Vi resultados asombrosos en 6 meses.
Sin complicaciones diabéticas. Sin niveles elevados de glucosa en sangre. Sin cansancio.
Estaba viviendo una vida plena y feliz.
La diabetes ya no controlaba mi vida.
Desde entonces, he sugerido Klinio a más de una docena de miembros de mi grupo de apoyo para la diabetes en Facebook, y todos han visto resultados similares.
Pero no me detuve ahí.
Empecé a escribir artículos sobre mi proceso para ayudar a más personas e informarles sobre todo esto de modo que también puedan vivir una vida normal.
Entonces, si eres una persona diabética y luchas por mantener bajos tus niveles de glucosa en la sangre, inténtalo.
Responde al cuestionario y obtén un plan de comidas personalizado hoy.
Se puede tener una vida sin los síntomas de la diabetes. Tú también puedes. Solo tienes que intentarlo.
Selecciona tu tipo de diabetes y haz el cuestionario de Klinio ahora:
Consulta siempre a un profesional para obtener asesoramiento médico